lunes, 27 de mayo de 2013

Finlandia y las pruebas estandarizadas censales

Una política inteligente de rendición de cuentas

Finlandia no ha seguido el movimiento global educativo de rendición de cuentas que da por hecho que hacer a las escuelas y al profesorado más responsables de su desempeño es la clave para mejorar el rendimiento de los alumnos.

Los finlandeses no piensan que sea necesario examinar constantemente los logros de los alumnos y del rendimiento de las escuelas mediante evaluaciones estandarizadas. Hay tres razones fundamentales para ello:
• Si bien la práctica de la evaluación se encuentra arraigada en el currículo nacional, la política educativa en Finlandia prioriza la educación individualizada y la creatividad como una parte importante del funcionamiento de las escuelas. Por lo tanto cada estudiante es juzgado más en relación con su progreso y sus habilidades individuales que en función de indicadores estadísticos. 
• Los responsables políticos comprendieron muy pronto que la enseñanza es el elemento clave que marca la diferencia en lo que los alumnos aprenden en la escuela, y no los estándares establecidos externamente, las pruebas estandarizadas o programas alternativos de enseñanza. Los encargados de desarrollar la educación insisten en que no son las pruebas las que deberían conducir la práctica de los maestros en las escuela sino el el currículo, la enseñanza y el aprendizaje. La evaluación de los alumnos en las escuelas finlandesas se inserta en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y se utiliza para mejorar el trabajo tanto de profesores y estudiantes a lo largo del curso académico. 
• Finlandia quiere evitar los inconvenientes que muchas veces se asocian a las pruebas estandarizadas externas –jibarizar el currículo, enseñar para la prueba, e introducir una competición malsana entre las escuelas-. Los líderes educativos finlandeses creen que se debería medir el éxito de una política de pruebas estandarizadas viendo si afecta positivamente el aprendizaje del alumno, no por si aumentan las puntuaciones de los alumnos en una determinada prueba. Si su aprendizaje no se ve afectado, o si la prueba conduce a una enseñanza sesgada, la validez de estas pruebas debería cuestionarse. Los directores de colegio finlandeses, y especialmente los profesores, no están convencidos de que la realización de continuas pruebas externas censales y la rendición de cuentas basada ​​en los resultados en estas pruebas sean beneficiosas para los alumnos y su aprendizaje.
Fuente:  Finland: A Non-Competitive Education for a Competitive Economy. OECD (2012), Lessons from PISA for Japan, Strong Performers and Successful Reformers in Education, OECD Publishing. p. 99)

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