lunes, 18 de junio de 2012

Finlandia: una reforma lenta y constante para conseguir unos grandes resultados


En un documento de la OCDE titulado Strong performers and successful reformers in education: lessons from PISA for the United States encontramos un interesante capítulo de 15 páginas titulado Finland: Slow and Steady Reform for Consistently High Results. OCDE, 2010 en el que se analizan los posibles factores tras este éxito.

"Pese a todas las ventajas percibidas de Finlandia con respecto a su tamaño, homogeneidad cultural relativa y –en los últimos años– potencia económica, es importante recordar que en una fecha tan reciente como 1970 solo el 30% de los adultos finlandeses acababan la escuela secundaria superior o que en 1993, Finlandia estaba en una situación de colapso económico. El ascenso de Finlandia a los niveles más altos de rendimiento educativo no era en absoluto inevitable: ha sido resultado tanto de los factores endémicos del país, su cultura e historia como de un conjunto de decisiones políticas tomadas deliberadamente, implementadas cuidadosamente y mantenidas durante un período muy largo de tiempo". 

En sus dos páginas finales resume los siguientes puntos esenciales:


• Un compromiso con la educación y los niños
• Un apoyo cultural para la excelencia para todos
• La calidad de profesores y directores
• La rendición de cuentas (profesional)
• La forma de emplear el dinero
• La formación práctica del profesorado
• La organización escolar
• El acompasamiento de las reformas educativas al desarrollo económico
• Cultivar conductas para la economía del desarrollo

 Además, para comprender los procesos internos, y las resistencias a las reformas, resultan de gran interés testimonios como el de Jukka Sarjala, que pasó 25 años en el Ministerio de Educación (1970-1995) antes de convertirse en director general del Consejo Nacional de Educación, describiendo la tarea que implicaba la nueva ley:
"Mi desafío era desarrollar un plan que garantizara que en última instancia, esta reforma se aplicaría en cada comunidad finlandesa. Había un montón de municipios que no estaban dispuestos a reformar su sistema, por lo que era importante contar con un mandato legal. Se trataba de una reforma muy ambiciosa, muy grande y complicada para un profesorado acostumbrado al viejo sistema que estaba acostumbrado a enseñar en una escuela con niños seleccionados y que, simplemente, no estaba preparado para un sistema escolar en el que los niños los niños muy inteligentes y no tan inteligente compartirían las mismas clases. Llevó varios años que estas reformas se aceptaran, en algunas escuelas hasta que los profesores mayores de esa edad se jubilaron."