lunes, 24 de diciembre de 2012

Educación y competitividad económica


¿Existe una correlación entre el desempeño educativo de un país y su competitividad económica? Con los estudios y los informe internacionales disponibles la respuesta es simplemente "no" (Schwab, 2010; OCDE, 2010a). Países como Estados Unidos y Noruega puntúan alto en las clasificaciones de competitividad global –como las del Foro Económico Mundial (Schwab, 2010)–, pero solo modestamente en las evaluaciones del rendimiento académico de sus alumnos, como PISA.

Por otra parte, Corea, Canadá y los Países Bajos obtienen puntuaciones altas en los rankings de aprendizaje de sus estudiantes, pero no están en la cima del ranking de competitividad económica. De forma similar, muchos países parecen alcanzar posiciones opuestas en ambas clasificaciones, en los extremos superior e inferior de las escalas; por lo tanto, no podemos asumir que estas dos medidas correlacionen.

Sin embargo, algunos países se las arreglan para hacerlo bien en ambas clasificaciones.
Finlandia ha sido clasificada como una de las economías más competitivas desde principios de los años 2000 (Routti y Ylä Anttila, 2006). Dos acontecimientos importantes ocurrieron en la década de 1990 que provocaron un cambio significativo en la estrategia de desarrollo económico promovida por los líderes gubernamentales y del sector privado de Finlandia (sigue en el desplegable).

Fuente:  Finland: A Non-Competitive Education for a Competitive Economy. OECD (2012), Lessons from PISA for Japan, Strong Performers and Successful Reformers in Education, OECD Publishing. p. 101)