Tim Walker es un profesor norteamericano que enseña por primer año en Finlandia. También es miembro del
Center for Teaching Quality Collaboratory. Síguele en Twitter (
@timdwalk) y sigue su blog
Taught by Finland. Este post fue publicado en
edweek.org:
Enseñar es duro. Algunos de los mayores desafíos se encuentran más allá de las paredes del aula. Pobreza. Familias rotas. Violencia doméstica. La lista sigue.
Los maestros que tratan de cuidar de sus alumnos necesitan, también, ser cuidados. Sin apoyo suficiente los profesores se queman. Algunos incluso llegan a abandonar la profesión.
Como un profesor estadounidense que ahora está en una escuela pública de Finlandia, estoy presenciando y experimentando un apoyo profesional significativo. Una mirada de cerca a mi horario actual de docencia revela dos importantes fuentes de atención preventiva.
Enseñar Menos
Cuando recibí mi horario a principios de agosto, me quedé estupefacto. Como maestro de un aula de quinto, estaba contratado por 24 horas de enseñanza a la semana. Lo más llamativo es que había un descanso de 15 minutos entre clase y clase. Quitando los descansos sólo iba a pasar 18 horas en el aula a la semana. De media, menos de cuatro horas de tiempo real de enseñanza cada día. Esta es la carga de enseñanza típica en Finlandia.
En mi anterior escuela en EE.UU. tenía cerca de 5 horas y media de tiempo de enseñanza al día. Eso hace un total de 27 horas y media de tiempo en el aula cada semana, casi 10 horas más de lo que dedico a enseñar en Finlandia.
Cuando volvía de la escuela en Estados Unidos solía estar exhausto. En Finlandia, estoy encontrando más tiempo para ir a mi ritmo, reflexionar, comunicarme con las familias y planificar las clases. También tengo más tiempo para reunirme con mis alumnos y mis colegas.
Colaborar Más
Una vez que superé el shock inicial de enseñar mucho menos cada semana, volvía a mirar en mi agenda e hice otro descubrimiento. En la mayoría de los bloques horarios figuraban los nombres de dos profesores. En otras palabras, estaría trabajando con otro profesor con más frecuencia de lo que estaría haciéndolo solo.
Dos veces a la semana recibo apoyo en el aula de la maestra de necesidades especiales y del maestro del aula de sexto. Si necesito más ayuda, puedo solicitar el apoyo de los maestros de recursos de mi escuela. Se trata de profesores acreditados a tiempo completo que se asignan a las aulas con mayores necesidades.
No sólo recibo ayuda de los demás, sino que yo también proporciono apoyo. Cada semana ayudo a los profesores de primero y sexto. Con mucha frecuencia, planifico y enseño con colegas de cuarto, quinto, séptimo y noveno.
En EE.UU. rara vez tenía bloques de tiempo programados para trabajar con mis colegas. Además, no existen suficientes descansos a lo largo del día para dar cabida a la colaboración.
En Finlandia estoy aprendiendo que más tiempo con los colegas tiene un montón de beneficios. Por ejemplo, es mucho más fácil individualizar la enseñanza y trabajar en pequeño grupo.
Lecciones para EE.UU.
Los profesores se enfrentan cada día a una gran cantidad de retos diferentes. Los alumnos necesitan profesores que puedan cuidar de ellos. Desafortunadamente, esto no es posible a menos que los profesores reciban el apoyo que realmente necesitan.
En Finlandia, los profesores enseñan menos y tienen un montón de oportunidades para trabajar con sus colegas. ¿Podrían estos ser importantes lecciones para los Estados Unidos?
Estoy totalmente de acuerdo con lo expuesto...!A ver si nos damos cuenta ya de una vez que es calidad y no cantidad,...!. Un beso . Enhorabuena por el blog en general.
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