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sábado, 6 de abril de 2013

Menos competición, más colaboración

redes

Políticas específicas y prácticas deseadas para conseguir las habilidades necesarias en una economía del conocimiento competitiva

¿Qué reformas y políticas educativas finlandesas han tenido un impacto significativo en su competitividad económica como nación?

A continuación se recogen políticas educativas que han abordado aspectos de la enseñanza y del aprendizaje que fomentan la asunción de riesgos en las aulas, la creatividad en las escuelas y la flexibilidad en el sistema educativo. El supuesto clave es que el pensamiento experto y la comunicación compleja requieren menos regulación y ofrecen más oportunidades de que exista una verdadera cooperación en las escuelas.
Menos competición, más colaboración

Una lección clave de Finlandia es que escuelas y estudiantes tienen que competir menos si pretenden prepararse para una economía más competitiva, Al contrario, las escuelas deberían aumentar la colaboración interna.

La cooperación y el trabajo en red deberían conducir las políticas educativas y el desarrollo de los sistemas educativos en vez de la competición y la desconexión. Las escuelas y el resto de instituciones educativas deberían cultivar las actitudes, culturas y habilidades necesarias para funcionar en entornos de aprendizaje creativos y colaborativos. Las políticas educativas finlandesas asumen que el pensamiento experto, la comunicación compleja y la resolución creativa de problemas solo pueden florecer cuando se maximiza la colaboración y cuando la competición se reduce al mínimo.

La competitividad económica se puede promover y mejorar mediante el fomento de la cooperación y la interacción en los tres niveles del sistema educativo: escuelas, profesorado y estudiantes.  Este ha sido el principio estratégico clave en el desarrollo de la educación en Finlandia.

Esto significa que las reformas educativas tienen que priorizar el apoyo a la creación de redes escolares. En casi cualquier sistema educativo las innovaciones e ideas necesarias para la mejora ya existen en el sistema. El reto es compartirlos entre las escuelas. Por lo tanto, desarrollar el sistema educativo de manera que permita y favorezca que las escuelas creen entre ellas vínculos y redes de intercambio de información ayudará, probablemente, a propagar las buenas prácticas ya existentes.

Ayudar a los profesores a trabajar como comunidades profesionales combate el aislamiento tan común a muchas culturas educativas. No es fácil aprender a enseñar de nuevas maneras. Una condición necesaria para la mejora profesional de los docentes es la existencia en las escuelas de un clima profesional que proporcione seguridad y apoyo. Diseñar las reformas educativas de forma que proporcionen al profesorado oportunidades e incentivos para colaborar más, aumentará la probabilidad de una aplicación sostenible de los cambios previstos.

Una iniciativa nacional de mejora de la escuela, el Proyecto Acuario, llevado a la práctica en Finlandia en la década de 1990 es un ejemplo de trabajo en red y de colaboración a nivel de sistema para mejorar la aplicación de las políticas perseguidas (Sahlberg, 2011).

Fuente:  Finland: A Non-Competitive Education for a Competitive Economy. OECD (2012), Lessons from PISA for Japan, Strong Performers and Successful Reformers in Education, OECD Publishing. p. 103)

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