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miércoles, 18 de enero de 2012

¿Cómo es la prueba para elegir a los futuros profesores?


En Finlandia para convertirse en maestro es necesario superar un proceso muy competitivo. Cada año sólo uno de cada diez solicitantes es aceptado para iniciar los estudios para convertirse en maestro.

Los futuros profesores no sólo deben tener una buena puntuación en el riguroso examen de matriculación (lo que sería nuestra PAU) y excelentes habilidades interpersonales, sino también un profundo compromiso personal por enseñar y trabajar en las escuelas.

La selección de los candidatos se realiza, en primer lugar, en base a los resultados del examen de matrículación, de sus calificaciones de la escuela secundaria y de méritos relevantes conseguidos fuera de la escuela. Posteriomente:

1. Los candidatos realizan un examen escrito sobre unas serie de libros de pedagogía.
2. Los candidatos participan en una actividad experimental observada que reproduce una situación escolar en la que entran en juego habilidades de interacción social y comunicación.
3. Se realiza una entrevista a los mejores candidatos en la que se les pide, entre otras cosas, que expliquen por qué han decidido convertirse en maestros.

Los candidatos seleccionados, los más capaces, realizan posteriormente los estudios de master en educación a expensas del gobierno (gratis). Durante estos estudios sigue un proceso de cribado que intenta evitar que personas no competentes lleguen a las escuelas. Quienes finalicen estos estudios tendrán un puesto como maestro.

Pasi Sahlberg. Lessons from Finland. American Educator. Summer 2011, p. 35.

sábado, 14 de enero de 2012

Un buen sistema educativo, ¿una utopía?

Esta carta al director firmada por Isabel Trius Bejar que fue publicada en el diario El País el pasado 13 de enero de 2012 es un buen resumen de lo que pensamos y sentimos.

"Finlandia lleva años sin cambiar de sistema educativo. El Estado financia completamente una enseñanza de calidad. Los currículos establecidos son claros, concretos y prudentes. Los ritmos de aprendizaje son delicadamente adecuados a la edad de los estudiantes. Los problemas de aprendizaje son detectados y remediados desde un principio. El objetivo: no dejar atrás a ningún alumno. Por lo tanto, el fracaso escolar en Finlandia es una rareza.

Pero lo que es un factor decisivo en la balanza es el profesorado. La profesión goza de prestigio y respeto en este país. Los aspirantes, antes de llegar a su objetivo, deben pasar un proceso riguroso de selección y recibir una estricta formación.

Finlandia nos muestra con su ejemplo que la consolidación de un buen sistema educativo en un país no es una utopía. ¿Y si lo intentamos?."